En una isla no muy lejana, hace ya más de cincuenta años y de la mano de una familia autóctona, nació Hierbas de Ibiza. 

Antonio y Pele Torres, de profesión joyeros y con buena vista para las más preciadas mercancías, lanzaron Eau de Toilette y After Shave Torres. Este lujo al alcance de los baños de cualquier ibicenco, evolucionó en una línea de lo más completa que hace el gusto no sólo de autóctonos, también de foráneos.

Trabajando la tierra, jugando en los laboratorios, elaboran un producto responsable con el medio ambiente. Carente de colorantes artificiales y recogido en frascos de vidrio a la antigua usanza. No descuidan ni el más mínimo detalle. 

Qué tiene Hierbas de Ibiza para ser tan apreciada quizá te preguntes. Como bien hemos hablado antes, sus fundadores supieron destacar las riquezas de la isla, llevándolas a un agua de colonia con notas de naranja, limón, espliego, hierba luisa, romero, salvia, tomillo, verbena, geranio, jazmín, azahar, canela y vainilla. No me dejo ninguna, porque es mi deseo que veas cómo han captado todas y cada una de las hierbas características de nuestra zona mediterránea. Sólo con presionar el spray, consigues transportarte a sus costas. 

Y para más énfasis, su estuche azul y blanco refuerza esa visión del mar, su horizonte. No sólo en su perfume, también en su gel, su bálsamo corporal o sus jabones de tocador, predomina este intenso color.

Algunos clientes la compran por su aroma, no se equivocan al buscar una fragancia fresca, activa, alegre… Pero me llegan al corazón los que la compran para viajar entre recuerdos. Recuerdos que transmiten veranos eternos, felices, en libertad, sin complejos… Esos veranos que mi padre me cuenta grabados a fuego en su corazón. Un niño de corazón partido, valenciano e ibicenco, que crecía en Valencia pero sus veranos pertenecían a la familia de Ibiza. Un niño que vio libertad, que vio hippies, que vio playas vírgenes. 

Y si tú has pisado la Isla, sin quererlo el Mediterráneo se ha metido en tu cabeza, en tu corazón y en tu alma. Hierbas de Ibiza siempre será la encargada de recordártelo. 

Un abrazo mediterráneo,

Paula